viernes, 24 de abril de 2009

Cuarentena


ATENCION
Por alguna razon fuera de mi comprension, ya sea la mano del caprichoso destino, la alineacion de los planetas o por mi pura y mala suerte, he caido indefensa de una de las mas malciosa y terribles enfermedades de la infancia....La varicela.


!!!¿PUEDEN CREERLO?!!!

A mis 22 años estoy postrada en una cama, aislada, con una bendita bata de hospital de un color que la humanidad aun no ha logrado catalogar y rogandole a mis enfermeras que me permitan colarme a internet de contrabando por la red de la clinica

UFFFF... bueno a lo que voy es que estare incomunicada por 15 dias por lo menos, pero con una mega actualizacion para medaidos de Mayo.

Chicas quiero saber mas de ustedes que parece que se fueron de viaje o se las trago la tierra. Me aferro como puedo a mi blog que aunque con muy dilatadas actualizaciones aun conserva un alo de vida.

Recuerden que las quiero muchisimo y espero se reporten pronto.


ATTENTAMENTE

Una Muy enronchada Blue.

viernes, 13 de marzo de 2009

Esta Historia va dedicada a una buena amiga y a su hacendencia tan especial.
Nely eres un amor y una magnifica amiga.
Ya sabes como se me dan los bloqueos, solo espero que te guste.

A mis demas queridicimmas lectoras y porsupuesto a mi amadisimo Clan, preparence para un maraton de capitulos retrasados: Incondicional,Obsequio y El final de entrelazados...

Buena Lectura a todas.

~*Blue*~

Camelo

Capitulo I

Primera Parte

Otro verano mas se ha ido ¿o acaso será el otoño? Realmente no lo se, todo se ve tan marrón y amarillento al mirar por fuera del carruaje. Aunque es agradable ver que nada a cambiando en mi corta ausencia. El repicante camino empedrado tararea una vieja melodía debajo de las ruedas del coche y los cascos de los caballos, es casi acogedora. Suena paradójico y absurdo sabiendo que regreso de la casa de campo de la familia, pero al acercarnos al enrejado de la academia Espérance finalmente me siento en casa. Sera que he pasado la mayor parte de mi vida en este lugar, desde que tengo memoria. El único recuerdo anterior a este es la pequeña casita donde me crio mi abuela, las pedreras y los lagos donde transcurrió mi tierna infancia hasta que mi padre –recordó que tenía una hija- fue por mí y me trajo al “internado para señoritas más importante del mundo.”

Ahh… mi padre, severo y formal, educado e imponente justo como debe ser un eminente hombre de negocios. No es tan malo, al menos recuerda que existe una pequeña pieza suya vagando en el mundo, recuerda que necesita que la formen, la eduquen y la adiestren para entretener a los caballeros, conseguirse un buen partido y convertirse en responsabilidad de alguien más. Pensándolo bien quisiera que se olvidara de mi, que no me obligarlo a acompañarlo cada verano a alguna lujosa casa en un lugar tan remoto que no tendría oportunidad de volver si me perdiera…

Perdida. Creo que esa sería la descripción perfecta de mi vida.

No sé donde vengo ni quien rayos soy. Bueno tengo un apellido del que debo orgullecerme al decirlo en voz alta pero que vale más en papel que en mis labios. Sé que soy la afortunada heredera de la industria mas prolifera de vías náuticas del occidente y que algún día seré la agraciada señora de algún lord de pacotilla que me deje embarazada del sucesor de nuestra exitosa dinastía. Mientras tanto, debo ser educada, verme bella, dócil y cerrar la boca.

-Hemos llegado señorita-

-Gracias James-

Todo se ve exactamente igual, si en algo puedo confiar es en la perpetuidad que se protegen detrás de las paredes del instituto. Se respira la calma y la instrucción en el aire, sazonado con la humedad, el roble y el encino. El ambiente se llena el bullicio de todas las alumnas que vuelven de vacacionar, las expresiones estridentes de alegría por los reencuentros y el delicioso chismorreo del verano. Allí están las mujeres de donde saldrán los hombres del futuro, todas ellas, elegantes, finas y listas para saltar en cuanto alguien grite salten. Existe un profundo acantilado abismal entre ellas y yo, y no es que me considere suicida pero he tratado de saltarlo por todos los medios. Todas aspiran a una posición social, a un hogar y a una familia, mientras que a mí me falta un tornillo por no parecerme suficiente. Y en lo físico ni se diga, todas lucen sus bellas cabelleras lizas o enruladas, castañas, rubias, violetas y un suave tono dorado en la piel.

En cambio no hay forma de hacer menos llamativa mi rojiza melena o de no verme tan pálida como un fantasma. El único atributo del que no me avergüenzo son mis ojos, no porque sean hermosos sino porque es lo único que conservo de mi madre aparte de unas cuantas reliquias.

-¡¡¡Misty!!!-

Dos pares de brazos me detienen en la puerta de la alcoba que comparto con mis mejores amigas. Apenas pasaron dos meses y aun así al verlas me dan ganas de soltar el llanto cuando devuelvo el abrazo.

-Me da tanto gusto verlas, no saben la falta que me han hecho-

-Ya lo imagino- había una nota de profundo dolor en su voz-ni una carta o un telegrama, la hacienda no queda tan lejos de la caza de campo de tu padre. Pudiste enviar una nota con algún mozo…-

-Déjala en paz Dawn, debió de estar muy ocupada evitando que su padre tratara de comprometerla con cuanto lord pusiera un pie en su casa- Si con algo podría contar aun mas que la perpetuidad de Espérance era con el satírico temperamento de Casey.-

-Aun así- creo que no entendió la burla directa hacia el inusual hobbie de mi padre- Estuve tan aburrida y sola ¿Saben lo tedioso que es pasar el día entero entre mis hermanos?-

-Bueno al menos debiste de conocer más caballeros de los que el papa de Misty podría encontrar-

-Mi buena suerte no llega a tanto- dijo sin volver a entender la mofa- No soy más que la hija pequeña de los Forthiton, por supuesto ninguno de los amigos de mis hermanos están a la altura de su hermanita. Ni siquiera valía la pena presentarme.

-Vamos no pudo ser tan malo- dije sintiéndome un poco culpable de no haber respondido a alguna de sus desesperadas cartas.

-¿A no? Yo me pase el verano entero entre hombres que me miraban como si no existiera y ella
– se volvió hacia a Casey- consigue esto.-

La tomo del brazo y puso frente a mí la mano que Casey guardaba recelosamente en su espalda, mostrándome el resplandeciente anillo brillando sobre su dedo. Allí estaba, el distintivo que nos marcaba como “mujeres enamoradas” y por lo que todas esperábamos. Era sencilla pero indudablemente elegante, pequeños circonios rodeaban el diamante que sobresalía de la argolla bañada en oro. Tenía clase igual que Casey y por más de lo poco atrayente y pesado que me parecía ese objeto estaba sinceramente feliz.

-¿Giorgio? ¿Cuándo? ¿Cómo?-

-Fue apenas hace dos días, antes de regresar. Me escolto hasta el carruaje y espero a que estuviéramos solos, sabía que lo prefería así-

Se podía ver en los ojos de Casey el profundo amor que sentía por su prometido y no solo en bobo deslumbramiento de la mayoría de las novias. Ella realmente lo amaba y para su suerte el también la amaba con todo el alma. Toda una vida de amistad que pronto desembocaría en una vida de amor.

-Misty tienes que ir a la boda, sé que no son de tu agrado pero no podría hacerlo sin una de mis damas de honor, por favor…-

-¿Cuándo es la ceremonia?- Me abrazo con tanta fuerza que estábamos a puno de caer, no había manera que yo le arrebatara esa felicidad.

-Dentro de unos meses- titubeo un segundo- pero la luna de miel será hasta después de la graduación. Le conté que no me perdonarías si no nos graduábamos juntas. Por supuesto que acepto.-

-Que bien, no espero la ocasión para que le presentes a la dama de honor que lo obligo a alargar tu castidad-

-Esto será divino- dijo Dawn sin poder quedarse al límite de la conversación- Tendremos que ir a buscar el diseño para tu vestido y el de las damas. Me dedique todo el verano a hojear las revistas de moda y he visto unos modelos preciosos, de hecho mi madre me mandara algunos el fin de semana, tal vez podría pedirle algunos corsés nuevos-

Justo lo que necesito, otra cosa que me presione y no me deje respirar

-Creo que me quedare con mis antiguos vestidos-

-Pero son de la temporada pasada-

-Dios nos libre de usar una crinolina demasiado esponjada o un sombrero añejo-

-Eso te lo recordare cuando camines al altar con una cola demasiado larga que se enrede en tus pies- le dedico una mirada de odio antes de volverse a mi- Tenemos que bajar para la bienvenida y después nos darán un poco de tiempo libre ¿les gustaría jugar cartas?-

-¿Qué diría tu padre si se da cuenta que prácticas juegos de Azar?-

-Estaría orgulloso de que te desfalcara hasta tu anillo, amiga mía-

-Touche-

-En realidad quería ir a pasear al bosque, puedes desfalcarla allí también ¿no?-Ambas me miraron como su un tercer ojo hubiera brotado justo en el medio de mi frente. Odio cuando no me entero de las cosas.

-¿Qué pasa?-

-No podeos ir al bosque, ni siquiera podemos salir de la academia sin una escolta. Me lo dijo la señorita Azami cuando llegamos-

-¿Por qué no?-

-Parece que ha habido ataques, desapariciones o algo así-

-Mi madre estaba tan asustada que no me dejaba andar en la hacienda si uno de mis hermanos-

-Qué locura-replique sin entender la lógica de lo que me decían- pero tu hacienda queda a varias millas de aquí ¿Qué tiene que ver con el bosque? –

-El camino cruza por el bosque, la hacienda, las casas de campo y el pueblo. Imagino que no quieren tomar riesgos innecesarios.

-¡Que fastidio!-

-Ya empezaba a extrañar tu buen humor Misty-

Tal vez no fuera una dama ejemplar pero sería la de mejor puntería en toda la escuela pues logre golpear a Casey en la cara con mi almohada y Salí sobreviviente de la guerra de almohadillas que se desato. Cuando estuvimos suficientemente cansadas de atacar y reírnos, nos quitamos las plumas del cabello, nos vestimos y bajamos a la bienvenida.

Nos acomodamos alrededor de la enorme mesa dispuesta en el gran comedor, donde celebrábamos las reuniones de té, las clases de etiqueta o recibíamos los anuncios para las ocasiones especiales. A la cabecera estaban colocada estratégicamente 3 sillas notablemente más adornadas que las demás, una ocupada por un hombre corpulento entrado en años, una mujer más joven de recatada apariencia y entre ellos una Dama de porte refinado y distinguido.La

Directora espero a que todas estuviéramos debidamente sentadas y con un sutil aclaramiento de garganta atrajo la atención de las 50 alumnas bajo su tutela.

-Bienvenidos a otro año en la Academia Espérance para señoritas. Espero en lo más profundo de mí ser que su estadía aquí sea feliz y muy fructífera, que logren sacar provecho a todo el conocimiento del que deseamos empaparlas para convertirlas en miembros productivos a la sociedad. Para Las nuevas alumnas, Soy la directora de la academia Madame Lucil de Morgoña, me encargare de su instrucción y de apoyarlas en lo que esté en mis manos.Un coro se levanto pronunciado gracias Madame lucil tan perfectamente nivelado que parecía ensayado.

-Ellas es Miss Azami Cornejo y ella será su Maestra de Música, arte e historia.- dijo señalando a la joven a su derecha.

El murmullo volvió a levantarse afirmando Mucho gusto Miss Azami-Y este caballero- poso suavemente la mano en el hombro del aludido- Es sir Thomas Serch, el se dispondrá a sus clases de lenguaje, francés y por supuesto las mantendrá en forma-Se repitió la acción aclamando al profesor Search.

-Están aquí para hacer grandes cosas y no esperamos menos de ustedes.-hizo una breve pausa y miro a las más pequeñas- La mayoría ya conoce las reglas pero no haría mal recordarlas…

"Numero uno: La puntualidad es la base de nuestra sociedad civilizada, los horarios deben cumplirse sin acepción; de lo contrario se aplicar un correctivo."

"Numero dos: Esto también aplica para sus responsabilidades. Si no se sienten capases de cumplirlas deberán informarle a alguno de los profesores. De igual manera en caso de que se sienta enfermas o indispuestas."

"Numero tres: Se Pasa revista Después de: el desayuno, durante la hora del té y antes de acostarse, de igual manera los pasillos siempre están vigilados. Los paseos nocturnos y las faltas a clase están expeditamente prohibidos."

"Numero cuatro: Permitimos que sus padres le envíen obsequios, comida, ropa y artículos personales que no sean inadecuados ni indecorosos. Nada de camisones nupciales (solo son bien vistos en la noche de bodas), nada de alcohol o drogas… y ahora que hablamos de indecorosos…"

"Número cinco: NO-SE-PERMITE- LA- ENTRADA-DE HOMBRES, únicamente los días de vistas una vez al mes y solo si son sus hermanos, prometidos, padre o esposos. Por suerte nunca hemos tenido el desagradable caso de encontrar intrusos pero no está de más aclarárselos.

Bien ahora que hemos repasado sus obligaciones, veremos sus derechos- anuncio con una cálida sonrisa- Podrán pasear por las propiedades del colegio tres veces al día, si lo desean podrán cambiar de alcobas si esto evita riñas innecesarias y con el aviso correspondiente. Podrán descansar los fines de semana y visitaremos el pueblo una vez a la quincena. No tienen ninguna limitante con el correo y la lectura, la biblioteca esta a su disposición, al igual que el cuarto de costura y el cuarto de baño… Por favor sean civilizadas respecto a este último punto y por supuesto las maestras tenemos preferencia.-

Guiño un ojo en complicidad con la señorita Azami y una oleada de risa y buen humor inundo el gran comedor. Termino con algunos asuntos menores y con unas palmadas nos invito a disfrutar la cena antes de retirarse a su oficina. Me disculpe con Dawn y Casey antes de levantarme y seguir a directora a las puertas por donde desapareció.

Di dos suaves golpes a la tabla de roble anunciando mi presencia.

-¿Madame Lucil?- Asome la cabeza dentro del despacho buscando a la directora detrás de su escritorio

-Pasa querida- entre y cerré la puerta detrás de mi -¿Qué ocurre cariño?

-Quería hablar con usted un momento- dije haciendo una caravana sencilla. Con un movimiento de su mano me invito a sentarme en la silla frente a su escritorio

-Te escucho-

-Yo… ¿Por qué no podemos ir al bosque?- pregunte dilatando lo que realmente quería saber.

-No es un buen momento para que anden vagando por ahí. Ha habido algunos incidentes cerca del pueblo. Creí que tu padre acababa de adquirir algunos acres cerca de allí ¿no te ha contado nada?-

Negué con la cabeza. Eran tantas las propiedades de las que se había hecho mi padre que ignoraba donde estaban o cuantas eran. -¿Qué clase de incidentes?-

-Malos, es lo único que debes saber. Así que por favor te pido que te abstengas de pasear en el bosque-

-A si lo hare- tome aire para llenarme de valor- Madame Lucil ¿pensó en la propuesta que le plantee antes del verano? –

No me respondió inmediatamente, únicamente se limito a mirarme a través de los cristales de sus lentillas. Me observo sin creer que lo que le hubiera dicho fuera en serio. Hechos su hombros hacia atrás e irguió el mentón. Imite su postura.

-No creí que hablaras en serio, pensé que solo estabas jugando-

-ES muy en serio-

-Aun así no entiendo por qué quieres hacerlo, Tienes todo el tiempo por delante y los medios para triunfar en la vida… no entiendo por que te conformarías con ser una simple institutriz aquí en el colegio – suspiro y entrelazo sus dedos sobre el escritorio- Lo tienes todo Misty. Eres inteligente, refinada y muy bella –¡Ja!- Podrías tener al caballero que tu desees…-

-No creo que alguno me quiera a mi- conteste indiferentemente intentando hacer creer que no me importaba.

-Cambiaras de opinión cuando empiecen la temporada… Eres tan joven, apenas tienes dieciséis años. Conocerás alguien perfecto para ti-

-Pero solo me queda un año aquí- replique como si eso fuera una atenuante a mi decisión- si pudiera quedarme imagínese cuantas mentes jóvenes podría hacer florecer-

-¿Y tu padre?-

-Si usted me acogiera aquí estoy segura que el entendería…-

-Ese es el problema Misty, tu padre no entendería. Lo considera un a afrenta personal contra su familia, pensaría que estoy sonsacándote. ¿No has hablado con alguna de tus hermanas? Ellas fueron excelente alumnas, todas se casaron antes de graduarse, tal vez una de ellas puedan aconsejarte para calmar tus temores…-

-¡no tengo miedo!- mentí descaradamente tratando de mantener el llanto en mi garganta.

-Lo siento mucho Misty pero no me puedo permitir disgustar innecesariamente a algún tutor. Además tu padre siempre ha sido un generoso benefactor…-

-¡Y usted no puede perder la oportunidad con su ultima mina de oro ¿verdad?! ¡¡ Como desaprovechar una fuente de recursos tan holgada como yo!!-

-Sabes que te has ganado todo mi aprecio en estos años pero no iré en contra de la voluntad de tu padre- dijo calmadamente pasando por alto mi tono totalmente inadecuado para una charla decente.- no hagas nada que pueda perjudicarte Misty-

Me pare rápidamente para salir de ahí incapaz de seguir guardado los sollozos en mi pecho.
Tome ambas orillas de mi vestido y doble las rodillas ligeramente para despedirme.

-Por supuesto que no- dije antes de cerrar la puesta al salir Hare algo que mucho mejor ¡Bosque allá voy!