sábado, 28 de junio de 2008

Luto


Queridos lectores y amado Clan:
Creo que algunos se preguntaran donde he estado pues no es costumbre mia dejar que pasen mas de 24 horas sin pasar por la cadena de blog que hemos formado como grupo y amigas, ademas que prometi actualizar desde el domingo pasado.
Pues bien, desgraciadamente acaba de haber una ruptura en mi vida, pues una de las personas que mas amaba acaba dejar este mundo dejandonos desolados a mi y a su familia.
Entenderan la razon por la cual no e estado de humor para escribir y realmente no se cuando vuelva a estarlo. Por lo cual les pido pasiencia si el blog permanese cerrado unos dias, con la promesa que no sera una clausura permanente. Solo seran unos dias que necesito para reponerme.

Gracias por su comprencion.
*Blue*

viernes, 6 de junio de 2008

Incondicional IV

Bueno este capitulo me dio mucha lata, pero mas o menos quedo como queria o por lo menos trasmite la idea que quise dar.
Si esta algo confuso me lo hacen sabre y ya veremos que acemos ok?

...era ahora que se sentía lo suficiente hombre para aceptar que era ella lo que más deseaba en todo el mundo....

Cicatrises y recuerdos
(Parte II)


-Por favor no te vayas- No habría poder humano que lo salvara de ahogarse en las profundidades del azul en el que se tornaron sus bellos ojos, llenos de dudas e incertidumbre. Lejos de verse molesta por su proceder brusco y torpe causados por la espontaneidad de evitar su huida, parecía seriamente preocupada ¿Acaso le temía?

-¿Ash te sientes bien?, no pareces tu mismo- El silencio que prevalecía la llenaba mas de aprensión sin entender la razón del extraño comportamiento de su “eterno” amigo, simplemente algo en el no estaba bien, el chocolate de sus ojos parecía hervir en una expresión ambigua, distinta… una unión de pasión y ansiedad, lo más cercano a la que precedía a una batalla, pero sencillamente no era la misma, era diferente y por supuesto no miraba a un adversario, la miraba a ella. Tal vez el desafortunado desenlace del combate con Lance lo había enturbiado bastante, pues estaba temblando –¿Ash?-

Nada. El ambiente continuo en afasia afonía, tan solo con los sonidos de la ruidosa fiesta de fondo mientras la situación dilataba, aumentando el temblor de sus manos imposible de controlar. Temió un segundo por la salud de su amigo; tantos viajes acumulados, caminatas bajo el ardiente sol o en la gélida nieve, las noches al aire libre y el entrenamiento sin descaso finalmente tendrían que cobrar su cuota, no importaba lo jóvenes y fuertes que fueran, al final eran seres humanos comunes y corrientes.

Sostuvo la mejilla de tez morena con su única mano libre y extendió una fraternal caricia con su pulgar sobre ella.

-Ash- susurro aliviada al no detectar alguna clase de alza en su temperatura, por lo contrario su mano se sentía cálida sobre la helada piel. El hielo pareció romperse gracias al dulce gesto, su mira termino por derretirse hasta enternecerse como nunca lo había presenciado la pelirroja, lo conocía desde que era un niño y podría jugarse la vida apostado que ni siquiera a su propia madre le habría dedicado un semblante tan manso y dócil casi sumiso. El chico más fuerte, impulsivo, valiente y terco que jamás había conocido, el imposible de doblegar ahora la miraba como el más dulce gatito perdido. De un solo movimiento la mano enguantada, que antes se estremecía inexplicablemente, se coloco sobre la suya arrastrándola bajo su control y después….lo impensable… sus labios depositaron un afectuoso beso sobre su palma.

Cerró los ojos, permitiéndose disfrutar de la esencia que se desprendía de aquella pálida piel, un aroma que aprendió a distinguir en las frescas noches de verano donde se fundía con el de las flores y la humedad sin lograr perderse, y que por supuesto no existía en lugares tan alejados como Hoenn o Shinou. Dios, Extrañaba tanto aquel aroma a lilas y se sonrió al descubrir lo pequeñas que resultaban sus expectativas comparadas con el sabor real que cubría su piel, el extraordinario sabor del que con gusto podría volverse adicto. En un acto que requirió toda su fuerza de voluntad alejo la diminuta mano blanca de su boca reubicándola sobre su desbocado corazón, contemplando a su dueña más confundida y temerosa que nunca. Realmente deseaba que las palabras no fueran necesarias, nunca fue bueno explicando el curso de sus acciones, aun menos con ella, desgraciadamente esa parecía ser esa la razón por la que la su amiga mantenía el silencio.

-Misty…- respiro profundamente tratando de recordar algo del bien planeado discurso que había preparado para dicho acontecimiento, claro sin imaginar que sería esa noche cuando le confesaría lo que ella significaba para él, lo que siempre había significado y las dos mil razones por las que no podría dejarla ir nunca más…

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

-Papi mira- dijo la preciosa niña de cabellos rosa y piel blanquecina señalando un enorme edificio en forma de cúpula que se observaba a la distancia.

-¿Recuerdas que es eso? Sami-

Movió su cabeza en un gesto afirmativo haciendo revolver algunos mechones sueltos sobre su cara. –Es el Laboratorio de Profesor Oak- respondió casi en un grito –Allí viven Tío Traice ,el abuelo del Tío Gary y a veces la abuela-

-No cariño- le explico su padre escondiendo el tono escarlata bajo sus lentes de sol- Tu abuela pasa mucho tiempo con ellos pero eso no significa que viva con ellos, ella tiene su propia casa-

-¿La casa con jardín grande?- su padre repitió su gesto de afirmación -Me encanta el jardín, allí pikachu y yo jugamos a las escondidas, a las traes…-

El listado de juegos se perdió entre sus pensamientos, su hogar en Paleta era el lugar donde resguardaba sus recuerdos de la infancia, buenos y malos. Sentía de corazón que sería el lugar perfecto para que Sami pasara el difícil momento en su vida y tal vez lo sería también para él.
Las largas praderas fueron descubriendo las casas agrestes, mas unidas una de otra que como solía recordarlas. ¿Cuánto tiempo había pasada desde la última vez que la visito? 6 meses o tal vez un año. El pueblo había crecido muchísimo, guardando ese estilo campestre y acogedor que poseía desde siempre.

El viaje de las afueras del pueblo hasta su la casa de su madre fue relativamente corto pese a los cambios. Observo aliviado que su hogar se mantenía casi completamente intacto, pese al inevitable desgaste del tiempo, era idéntica a la imagen mental del entrenador. Y no solo era la casa sino también la venerable mujer (que parecía haberle ganado unos cuantos años al tiempo) que aguardaba su llegada en el porche de la propiedad, tomada del brazo de un hombre muchísimo más joven que ella.

Tan solo el vehículo se detuvo y su padre la libero de los dispositivos de seguridad, la niña salto al polvoso sendero de la casa, corriendo directamente a las piernas de la mujer mayor.
-¡¡¡Abuela!!!-

-¿Cómo esta pequeño capullo de alegría?- pregunto arrodillándose a su nivel para envolverla en un meloso abrazo.

-¿Y no hay abrazo para mí?-

-¡¡¡Tío Trayce!!!- Grito saltando al cuello del joven.

-Hola rayito de sol-

-Ya supiste tío, pasare mis vacaciones aquí-

-¿En verdad? Bueno tendremos que buscarte algún trabajo aquí-

-H-hola- Se escucho el tímido saludo desde los límites del jardín, anunciando la existencia del padre de la criatura que no se aventuraba a entrar.

-Hola Ash- le contesto el observador con su característico carácter alegre, extendiendo su mano en forma de saludo.

-Hola Trayce- dijo muchísimo más aliviado por no haber recibido un golpe en la nariz- Te ves muy bien-

-Gracias Ash, lo mismo digo-

-¿Cómo está Daisy?- pregunto tratando de no acortar la conversación.

-Está bien Ash- se notaba el esfuerzo soberano por tratar de no cambiar su tono de voz –si te interesa, todo está bien en el gimnasio-

-¿Y pikachu?- pregunto intentando cambar el tema –No lo veo por ningún lado-

-En el laboratorio- una sonrisa escapo de los labios de la niña que sostenía en sus brazos casi adivinando lo que quería- ¿Quieres ir a verlo Samantha?-

-¡¡¡SI!!!-

-Entonces vamos- dijo poniéndose en marcha al edificio por encima de la colina, despidiéndose del entrenador con un gesto silencioso.
Vio a su hija alejarse con el que solía ser uno de sus mejores amigo, que ahora si tenía suerte podría llevar una conversación amigable como esa. Pero era de suponer que bando tomaría después del rompimiento de su matrimonio, había creado un lazo especial con Misty desde que esta se convirtió en líder del gimnasio de Celeste, al punto de quererla como una hermana, sin mencionar su largo noviazgo con Daisy. Las hermanas Waterflower se convirtieron en la familia que como hijo único siempre soñó. Era lógico sospechar el lado que tomaría, el que la mayoría de sus amigos también habían elegido.

-Señora Ketchum, Buenos días, somos el personal de Servicios Sociales designado por la corte. Hay algunos detalles que s gustaría discutir con usted- Se dirigieron a ella el grupo de personas que había llegado poco después que su hijo y esperaba al margen de la situación.-¿Señora Ketchum?-

Delia avanzo entre el grupo de personas que la rodearon de repente, ignorando lo que le decían. Camino pausadamente hasta el final del jardín mirando al atractivo joven que sin duda reflejaba en muchos sentidos el aspecto de su difunto esposo.

-Mama, gracias por recibir a Sam. Yo…-La frase murió en sus labios, incapaz de continuar después de que la mano de su madre le cruzara el rostro.

-¡¡¿COMO TE ATREVEZ ASH?!! ¿COMO PUEDES SIN SIQUIERA PENSAR EN DEJAR A TU HIJA SIN SU MADRE?- grito desgarrando las palabras por las lagrimas que subían por su garganta -¿Cómo puedes hacer esto?-

Las acusaciones de su madre le dolían tano como la marca roja sobre su cara, asi como el hilo de decepción en su voz

-Tu… Tú no eras así, hijo.-
No, el no era así. El era impulsivo y bueno, incapaz de hacerle daño a cualquier persona, pero fue su vida quien se encargo de abrirle los ojos, de hacerle ver que nada es color de rosa como él pensaba, que la vida no era justa. No se podía confiar en las personas, ni siquiera en las que más se amaban y lo aprendió de la manera más dura.

Las horas transcurrieron rápidamente y la noche dominaba el cielo sobre el vehículo todo terreno que aceleraba cada vez más, tratando de huir del miserable presente en el que se encontraba atrapado. Estaba tan cansado de vivir así, con miedo y odio en el corazón. Un año que le parecía una eternidad, acabando con sus fuerzas y sus ganas de seguir respirando, ¿Dónde estaba el niño que no le temía a nada? ¿El chico dispuesto a enfrentarse al mundo entero? ¿El hombre dispuesto a todo por su joven familia? Presiono a fondo el acelerador deseando dejar atrás los pensamientos que lo atormentaban, deseando dejar de pensar y tan solo recordar los momentos que lo hicieron tan feliz.

~*~*~*~*~~*~*~*~*~*~*~*~~*

-¡¡¡Misty despierta!!!-

-¿Qué pasa Lily?- pregunto la adormilada líder a su hermana mayor que saltaba en su cama.

-Como que Paso algo en a piscina-

-¿En la piscina? Explícate Lily que no te entiendo…-bostezo

-No hay tiempo-dijo jalándola del brazo para sacarla de la cama - Gyarados se salió de control otra vez-

-Gyarados ha estado muy bien, no a causado problemas desde que llegue- dijo soltándose del incesante jaloneo de su hermana que la había logrado llevarla hasta la puerta de su alcoba.

-Bueno es que yo…-pensó un poco tratando de buscar la mejor manera de explicarlo –Quise disfrazarlo para una sesión de fotos que tengo mañana y como que se enojo un poquito…-

-Lily, eres una idiota- grito bajando a toda prisa por las escaleras hasta el salón principal de batallas- Cuantas veces debo decírselos ¡¡¡Los pokemon no son juguetes!!!-

Salto los últimos escalones para apresurar el paso, arremetiendo contra las puertas que separaban el gimnasio de su casa particular, preparada a tranquilizar al dragón azul, con el que le gustara admitirlo o no compartía gran parte de sus carácter. Pero a diferencia del caos que se imaginaba encontrar, se topo con un salón iluminado a media luz por diminutas velas rodeando el enorme salón y flotando en el agua, asemejándose a pequeñas luciérnagas. No había señas de algún problema o del pokemon fuera de control, la tranquilidad flotaba en el aire junto al aroma de las rosas.

Sintió unos ojos inspeccionarla de cabeza a pies y escucho el eco de 3 risitas burlonas desde el otro lado de la puerta que acababa de cruzar. Se sintió tonta y engañada pero más que nada incomoda por la cantidad de belleza de la que estaba rodeada, belleza que chocaba con su aspecto desalineado, trato de alizar un poco su cabello revuelto y coloco en su lugar los tirantes de la inmensa camiseta que usaba a juego con un short como pijama.

-Te vez bien-dijo una voz saliendo de las sombras- al menos mucho mejor que cuando despertabas con un caterpie en tu hombro- rio entre dientes

-Ash…. ¿Qué es esto?-

-no te gusta, ¿no es lindo?- Por fin se acerco lo suficiente para poder verlo claramente, su gorra había desaparecido y sus zapatillas habían sido remplazada por unos elegantes zapatos negros, aquel atavió formal le entonaba tan bien que parecía haberlo usado siempre.

-Ok… esto me está preocupado un poco ¿Dónde está pikachu?-

-Prefirió no venir, creo que esto es demasiado cursi para el- le contesto tomando una rosa blanca entre el buque que aromatizaba el salón entregándosela. La tomo aun confundida, era una bellísima sorpresa pero distaba mucho al carácter completamente anti romántico de su novio. Llevo los pétalos hasta su nariz en un gesto instintivo, acariciando el tallo libre de espinas con la yema de los dedos, pero algo escondido debajo de la única hoja la detuvo. No fue necesario que lo viera para saber de qué se trataba, redondo, brillante, de oro blanco o de plata, nada ostentoso, simple como le gustaban las cosas, adornada únicamente por la piedra que coronaba la joya.

-¿Qué me dices?- pregunto mirándola con la sonrisa más genuina que jamás hubiera esbozado

-Eres…Eres…Eres un tonto – le dijo escondiendo su mirada llorosa bajo su fleco cobrizo – ¿Me pides que me case contigo vestida en pijama? ¿Qué clase de propuesta es esa?-

-Una muy parecida a ti- le contesto rodeando sus manos que aun sostenían el tallo de la flor –Quería algo tan bello como tu-

-en plena madrugada y YO EN PIJAMA- lo miro sin ni siquiera tratar de ocultar las lágrimas que brotaban de sus radiantes ojos zafiros. Adoraba ver esa expresión en su rostro, esa energía emanando de ella, incluso hasta sus rabietas lo cautivaban

-¿Qué clase de sorpresa seria si te pidiera que te arreglaras?, eres demasiado lista para mi…-Tomo el anillo con sus dedos índice y pulgar, colocándolo al nivel de la vista de la pelirroja para que pudiera apreciarlo -¿Qué dices? ¿Sí o no?

-Dilo…-

-¿Qué?-

-Solo dilo-

-Te amo Misty Waterflower y deseo pasar el resto de mi vida a tu lado, envejecer contigo hasta la muerte o que alguna de mis tonterías hagan que me mates…-

-Ash-

-Eres la mujer de mi vida, bella pelirroja, ¿Quisieras hacer a este hombre el más feliz del mundo casándote conmigo?- no espero la respuesta, pues el anillo ya resplandecía en la blanca mano izquierda de su “Casi prometida”

-Claro que si Ash Ketchum, Claro que quiero casarme contigo……-

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No supo como llego hasta allí, realmente no prestaba atención al camino, por instante ni siquiera sabía que estaba conduciendo, tal era su deseo de acabar con todo que el mundo externo no parecía afectarle. Como fuera, había llegado a pocos metros de la puerta trasera del gimnasio Celeste. La entrada disfrazada con la fachada de un verdadero hogar, el enorme nogal de donde colgaba el columpio instalado con sus propias manos y en el, una bella mujer siendo mecida por las suaves brisas de primavera. Apago el motor de su auto y entre los cristales opacos de las puertas la observo, inmóvil, dejándose llevar por el vaivén del viento, los mechones naranja atravesando los eslabones y su frente contra la cadena que sostenía su peso sobre la tabla de madera. El traje blanco ya no estaba, en su lugar un jean hasta sus tobillos y una blusa celeste cubrían su figura, sus pies descalzos y su cabello completamente libre. Una nueva oleada de recuerdos lo ataco

“ ¿Acepta a esta Mujer como estosa? SI acepto” “Ash… estoy Embarazada” “ ¿Quieres ir conmigo a Shinou?” “Nacerá en Noviembre” “Solo serán unos cuantos días cariño” “Sera una niña” “Samanta me pareces un bello nombre” “La bebe esta pateando Amor” “Prometo regresar pronto” “Ash tu hija tiene antojo de helado” “Sera el último viaje” “Solo faltan unos días” “Le pedí a los chicos que cuiden de ti Misty” "Ash Felicidades ya eres papa” “Se parece tanto a ti Misty”

Aferro sus manos al volante, encendió el motor y derrapando las llantas se alejo lo más rápido que pudo, de esa casa, de esa bella mujer y de su antigua vida.
El ruido del auto era demasiado familiar, supo que el estuvo allí, quien sabe por cuánto tiempo, tal vez ni siquiera la hubiera visto pero extrañamente el sonido era confortador para ella, anunciando la llegada de su esposo de un largo día o de una exhaustivo viaje. Todo era tan perfecto, el era amable, amoroso, tierno, cuidadoso… ¿como su esfera de cristal pudo romperse tan estrepitosamente?

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-¡¡¡Ash suéltalo!!!- pero las palabras se desvanecían antes de llegar a los oídos sordos del entrenador, cegado por la ira y el dolor, levantaba por el cuello de la camisa al joven cientifico que nada podía hacer por defenderse –Ash por favor-

-¡¡¡CANALLA!!! ¡¡¡TRAIDOR!!! – le escupía las palabras con todo el desprecio que su alma herida le permitía- ¡¡¡NO ERES MAS QUE UNA SABANDIJA RASTRERA OAK!!!-

-Ash ¿Qué rayos te pasa?- decía el castaño tratando de liberarse- ¿Acaso estas ebrio?

-TU…TU… POSOÑA DISFRASADA DE AMIGO- grito levantándolo un poco mas-SOLO TE DEDICABAS A ESPERAR, PARA CLAVARME UN PUÑAL POR LA ESPALDA- dijo antes de
arrojarlo al otro lado de la sala de estar, estrellándose contra la mesa de te.

-Ash ¿qué te está pasando?- trato de tranquilizarlo pero no permitió que lo tocara, la tomo por la muñeca, empujándola, aprisionándola contra la pared.

-TU NO ERES MAS INOCENTE QUE EL – aumento la presión sobre el brazo de su esposa, tornando sus nodillos de color pálido y la mano femenina en un alarmante violeta.

-Ash me lastimas, suéltame-

-NO LA TOQUES- lo siguiente que supo fue que estaba tendido sobre la alfombra. Sacudió su cabeza tratando de recobrar los pocos segundo que sintió perder el sentido, el golpe lo tomo por sorpresa quitándole el aliento, escupió el salado liquido en su boca y limpio el hilo rojo que descendía de su labio abierto. Miro a su atacante interpuesto entre él y su infiel esposa, jadeando, manteniéndose trabajosamente de pie, con una enorme herida sobre la ceja derecha de la que salía una cantidad considerable de sangre, cubriendo su rostro casi por completo.

Miro complacido la escena, sus acciones confirmaban sus sospechas y los extraños rumores que giraban en torno de la líder y su “amante”. Volvió a escupir antes de ponerse de pie.

-No sé lo que te pasa Ash, pero esto llego muy lejos-

-Eres un idiota Lo sabías Oak- dijo con una sonrisa burlona en sus adoloridos labios –Te crees tan especial… irresistible… ¿Realmente crees que no te hará lo mismo a ti?- miro por debajo, viendo a Misty hecha un ovillo temblando de miedo- Se cansara de ti e irá a buscar a otro con quien revolcarse-

-Ya Basta- se enfilo contra el entrenador dispuesto a noquearlo pero este lo recibió con las palmas abiertas, pronto la pelea se torno en una competencia de fuerzas, uno empujando al otro probando su resistencia. Sus compleciones y alturas eran similares, casi gemelas manteniendo el encuentro parejo.

-Eres un tonto Ash, no tienes ni idea lo que estas poniendo en juego-

-¿Y tu si? Mira por qué peleas , por obtener mis sobras, lo que yo arrojo a la basura- No tuvo tiempo de reaccionar, Gary era mucho más ágil que él, de un movimiento soltó una de sus manos haciendo desequilibrar al campeón y conectando un puñetazo certero debajo de su mandíbula.
No logro tumbarlo pero si acabar con sus reflejos para luchar, todo le era borroso y confuso, siendo incapaz si quiera de enfocar un objeto fijo.

-Gary ya basta por favor- le rogo con su voz temblorosa, deseando acabar con esa escena bizarra que se desarrollaba en su casa y con su pequeña bebe en el piso de arriba. Se acerco de nuevo a su esposo deseando que todo fuera un mal entendido –Ash por favor- pero este la rechazo sin contemplaciones, no se trataba de algo pasajero, era algo real al igual que el odio con el que la miraba….

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Tomo su cuello sintiendo las lagrimas acumularse en su garganta. Estaba cansada de esa sensación, esa opresión en el pecho que no la dejaba respirar. Hecho su cabeza hacia atrás tratando de liberar el nudo que la asfixiaba. Aspiraba grandes bocanadas de aire insuficiente para llenar sus pulmones… inhalaba y exhalaba repetidamente, tratando de conseguir oxigeno para su cuerpo resollando con cada soplido que salía de su boca seca, intentando evitar sofocarse.
Las convulsiones en su tráquea se apoderaron de sus movimientos. Subió sus manos hasta sus labios apaciguando los abrumadores espasmos que salían por su boca. El ataque aminoro lo suficiente para recobrar la compostura. Sus ojos eran translucidos y su cara empapada en sudor frio, un horrible sabor metálico en su boca y unas incontenibles ganas de vomitar. Aparto sus manos tratando de enfocar su mirada en ellas, temblaban llanas de un cosquilleo inquietante y de un roció escarlata…