miércoles, 13 de agosto de 2008

Entrelazados

El bar estaba inusualmente lleno esa noche. Aun no se explicaba cómo es que se permitió citar en un lugar tan bullicioso, sabiendo perfectamente que ahí les sería imposible hablar

–Eres una tonta Misty- se reprocho en la primera chispa de alegría de toda la noche –lo último que él quiere es hablar-

Sonrió burlándose de ella misma, mientras agitaba la bebida rosada sobre la barra. Esa clase de lugares la ponían automáticamente a la defensiva, y toda la calidez y espontaneidad que eran naturales en ella desaparecían en cuanto trasponía el umbral de entrada. Busco su bolso de mano a un lado de su asiento, saco el pequeño aparato y hecho un vistazo a la pantalla antes de regresarlo a su lugar. Resolló fastidiada por el volumen incómodamente alto de la música y de su inútil presencia en aquel lugar. Giro la cabeza a la pista de baile localizada a sus espalda, buscando entre la multitud la cabellera castaña de su acompañante. Había sido su mejor amiga quien la convenciera de aceptar ir aquel lugar para encontrarse y de paso divertirse, pero a la vista de sus animados pasos bajo las luces centellantes era ella la única que había alcanzado su objetivo. Se volvió a su bebida y vacio la mitad de la copa en sus labios.

Un brazo salió entre la muchedumbre ordenando una nueva ronda de alcohol cuando reparo en la hermosa pelirroja peligrosamente desentendida en la barra.
-Un trago para la dama- dijo apoyando los antebrazos sobre la barra, un hombre rubio y vestido al “top” de la moda.

-No gracias- rehusó ella asqueada por la forma en que la veía.

-Es de mala educación despreciar los presentes ¿O acaso temes que el alcohol se te suba a la
cabeza? –

-Tú sí que conoces a las mujeres- le dijo asiendo uso de toda su experiencia en el arte del sarcasmo.

-Que eso no te preocupe, hermosa- paso el brazos sobre los hombros de la joven- yo cuidare de
ti…en mi departamento.

Sin esperar a que el cantinero terminara de servir los tragos, tomo el que le correspondía y se lo dejo caer sobre sus bellos rizos dorados, en su camiseta Prada y en sus costosísimos zapatos Gucci. Harta de todo aquello tomo su bolso y abriéndose paso entre las parejas, camino por la pista de baile hasta donde su amiga se movía al ritmo de la música

-May, estoy a cansada- le grito al oído.

-¿Que dices Misty?-

-Que estoy muy cansada y quiero irme a casa-

-¿Ahora?-pregunto decepcionada, echando miradas furtivas al apuesto joven con que había pasado toda la noche

Asintió con la cabeza –tomare un taxi- agrego alegrando el semblante de su amiga, se despidió agitando la mano y se dirigió al vestíbulo del edificio.

Camino a la salida, Se llevo al oído su teléfono celular reprochándoselo después de escuchar la grabación “no tiene mensajes nuevos”. Maldijo su suerte y el dejarse convencer de todo aquello. Ya lo había determinado, su decisión era irrevocable y aquella reunión no tenía otro fin más que intentar hacerla tambalear. Las llamas constantes, los mensajes y los regalos no dejaron de llegar en los 4 meses anteriores pero ni el más bello poema o la joya más brillante podían borrar el dolor de una infidelidad.

Bajo los últimos peldaños al pasillo que la separaban de la calle rogando que hubiera un taxi disponible para llevarla a su hogar.

-Disculpe señorita…-
Estaba más confundido que nunca, jamás imagino cuanto hubiese cambiado la ciudad en el par de años que se alargo su usencia. Desconocía la nuevas vialidades que desahogaban las él trafica en una metrópolis que crecía de manera tan acelerada, ya no existían los puntos de referencia que usaba para ubicarse en el pasado y como colmo su garganta ardía por un buen trago que calmara sus nervios. Entro al primer lugar con fachada decente para buscar algo que apagara su antojo, pero el ruido excesivo lo obligo a beber y retirarse. Completamente agotado por el largo viaje no deseaba más que llegar al hotel y poder dormir toda la noche, pero la llamada de un viejo amigo lo alcanzo justo cuando cruzaba el vestíbulo exigiéndole cumplir la promesa de ir a visitarlo. Intento comprender sus indicaciones pero desconocía cada calle que él le mencionaba y sin proponérselo sus ojos se distrajeron siguiendo la figura delgada y bien contorneada, envuelta en un ajustado vestido azul que paso a su lado.

-Disculpe señorita- repitió tapando la bocina de auricular del teléfono- Seria mucha molestia si me diera algunas indicaciones-

No se sentía de humor para jugar a la buena samaritana pero aquel pobre hombre no tenía la culpa, sin embargo tendría que conformarse con la limitada amabilidad que le restaba -¿Qué lugar busca?-

-La avenida Camino Dorado -

-Es fácil llegar allí- contesto mientras le entregaban su chaqueta del guardarropa y se la ponía, sin prestar demasiada atención al hombre a quien se dirigía –baja por la calle principal 3 cuadras y toma al norte por el bulevar Carmín. Conduzca hasta toparse con ella.-

-Muchas gracias- le agradeció sin apartar la atención del hombre que le gritaba por el celular.
Fue un encuentro fortuito, sin relevancia o continuidad alguna, el encuentro de dos desconocidos que coincidían en un momento y lugar preciso pero el destino da muchas vueltas y Dios no deja jamás nada al azar, obra por así decirlo “de maneras misteriosas” y fue una frase la encargada de entrelazar los caminos de 2 amigos distantes.

-Deja de decir que me pierdo en un camino que conduce en línea recta, Brock-
Aquel reclamo voló hasta los oídos de la joven a un paso de irse y el nombre de su amigo de anios despertó s entera curiosidad por quien lo habría nombrado. Volvió su mirada al hombre que acababa de socorrer, notando lo familiar que ahora le sonaba su voz.

Alborotado Cabello color negro, tez bronceada y rasgos fuertemente definidos, nariz respingada y ojos almendrados, solo su altura distaba del recuerdo que aun rondaba su memoria, la imagen mental de pequeño niño de 10 anos, pero por supuesto no se conservaría así por siempre.

-Ash- dijo sin medir el tono de su voz, se sentía tan tonta por no reconocerlo aun más que por marcharse sin la mínima intención de mirarlo.

Volteo instintivamente al escuchar su nombre, reencontradose con la bella joven que acaba de ayudarlo y que ahora lo miraba de manera extraña. Sin pensarlo examino más minuciosamente cada detalle en ella, desde los brillantes cabellos rojizos que le caían sobre los hombros, hasta los ojos zafiro que lo miraban por debajo de largas y espesas pestañas y cejas suavemente arqueadas. La curva hermosa de las mejillas, la nariz pequeña, la piel tersa empezaron a teñirse de un ligero rubor mientras él seguía inspeccionándola. Entonces una idea cruzo su mente como un relámpago y le trajo a él la identidad de esa dama.

-M-Misty- dijo en un respingo de total asombro- ¿eres tú?

Ella asentó sutilmente, sin saber qué hacer. Por un momento pareció animarse a darle un abrazo por estaba demasiado avergonzada para hacerlo y un saludo de manos le sería imposible siendo que aun continuaba en la llamada

-Ash, Ash ¿Sigues Allí?- Sonó la voz del criador desde el aparato y agobiado por lo que pasada, levanto un dedo pidiéndole que aguardara un momento para colgar.

-saldré…saldré un momento-
Se apresuro a la salida esperando que el aire fresco de la noche le ayudara apaciguar a su ritmo cardiaco y la hermosa sensación que estaba invadiéndola. Era el, realmente Era él, después de tanto tiempo volvía a verlo y justamente en aquel apartado bar. Sintió como la tibia sensación bajaba de su rostro hasta su pecho, reviviendo sentimientos olvidados en lo más profundo de su corazón.

Pero su estomago di un vuelco al ver que un conocido convertible blanco pasaba a toda velocidad la luz roja de la esquina y doblaba para entrar en el estacionamiento, haciendo chirriar los frenos frente a ella.

-Perdón por llegar tarde. Por favor no te vayas- apago el motor y de un hábil salto bajo del auto y se acerco a ella ofreciéndole un hermoso y fragante ramo de rosas rojas. Verlo le provoco una ansiedad tan intensa que le produjo dolor y unas increíbles ganas de salir huyendo.

-Guárdaselas a tu próxima víctima Gary. Es muy tarde. –

-Vamos Misty, no me tortures así, dame 5 minutos en un lugar tranquilo-

-Te di más de un año -

-No me hagas pasar un mal momento por llegar tarde por favor-

Levanto su mano y se la mostro -Tres horas-

-Y aun no te habías ido, eso debe significar algo- Maldijo el momento de no haberse ido mucho antes. El carmín volvió a teñir sus mejillas a medida que el castaño se acercaba sin darse cuenta de que el creciente rubor de ella era producto de una profunda irritación.

-No pudo irse porque yo tengo las llaves del auto-

-¿Ash?-el verlo salir del establecimiento fue tan impactante que no pudo evitar retroceder.

-¿Por qué te sorprendes? Cariño no le dijiste a Gary que vendría a verte- la abrazo por la cintura desde atrás y apoyo su mentón en el pálido hombro sin apartar la mirada del sorprendido dueño del convertible.

-¿Ustedes Salen?-

-Claro que si, ¿Dónde has vivido Gary? Hemos salido por ¿Cuánto tiempo querida?- No supo que decir, la actuación de Ash la tomaba por sorpresa pero le daba la coartada perfecta para mantener a Gary a raya.

-Tres…Tres Meses- reacciono después del suave apretón de Ash para despabilarla- de hecho, por eso estamos festejando aquí-contesto uniendo su mejilla a la de el.

-¿Y que yo te pidiera verte aquí fue coincidencia?- la idea de verlos juntos no lo convencía mucho

-Dos pájaros de un tiro Gary – Dijo uniéndola más a él- nosotros vinimos a celebrar y decirte que La dejes en paz- su tono de voz sonó tan honesto y real que Misty no dudo que irritara de sobremanera a Gary que no se molestaba en ocultarlo.

-¿Y si no quiero?-

-Es tu problema- le dijo indiferentemente aumentando mas su rabia. En cuanto a Misty, le fascinaba ver rabiar a Gary, que probara un poco de su propia medicina pero la próxima acción de Ash la tomo desprevenida por completo. De un movimiento certero y sutil tomo sus piernas y sostuvo su espalda en el aire, la levantó del suelo con la gracia de quien lleva una preciada carga. –Nosotros no vamos a festejar en un lugar más…privado- El broche de oro para un actuación extraordinaria. Pensó ella -y con un añadido muy especial-.

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-¿Qué rayos fue todo eso?-

-Eso debería preguntarte yo a ti… ¿Salías con Gary? –

Se encogió un poco en el enorme asiento del copiloto del auto deportivo, jamás lo había meditado en verdad pero no era de sorprenderse que a su amigo no le agradara verla con su antiguo rival –Uno no escoge de quien se enamora Ash-

-Pero de Gary, además…- lo pensó un segundo- ¿Qué te hizo para que te molestaras tanto con el? -

-Nada de lo que no sería capaz cualquier hombre- se encogió un poco más y se abrazo así misma tratando de calmar la punzada de dolor que aun sentía al pensar en el tema. Aparto la vista de la ventana para mirar a su viejo amigo y dedicarle una inocente sonrisa –Te lo contare en otra ocasión-.

Respondió a la dulce sonrisa con otra igual, jamás hubiera imaginado hasta donde lo hubiera llevado la casualidad, pero sin duda se lo agradecía.

Aparco en la entrada de un bello jardín, la casa no parecía muy grande pero sin duda era apacible y por dentro –adivino- sería muy acogedora. Ella abrió la puerta sin darle oportunidad siquiera de apagar el motor, era muy tarde y después de todo tal vez lo único que deseara era irse a dormir.

-¿Cuánto tiempo estarás en la ciudad?- le pregunto a través de la ventanilla abierta del coche mientras acomodaba su cabello detrás de su oreja, tratando de controlar los enormes nervios que la hacían temblar

-Algunos días, tal vez una semana, ¿sería mucho problema si me dieras tu número telefónico?…por si necesitara mas indicaciones

Se apresuro a rebuscar en su bolso mientras deba vuelta al inmóvil automóvil rojo. Tomo la mano que el chico usaba para conducir y en ella apunto números con un tenue pinta labios rosado. Le hecho un rápido vistazo al cambio de los años sobre el rostro del chico y antes de que este se diera cuenta que volvía a sonrojarse se alejo para entrar a su hogar.

-Buenas noches Ash- Le grito desde el umbral de la antes de ver el automóvil desaparecer en las brumas de la oscuridad.
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Malisimo verdad? lo siento pero fue lo unico que se me ocurrio, es una idea que traia desde hace tiempo y tenia que sacarla pero les prometo que sera un historia corta, de 2 o 3 capitulos maximo.
Estoy revuscando entre mis archivos de ideas a desarrollar para encontrar los obsequios de los cumples... por que teniamos que cumplir seguidos?

domingo, 3 de agosto de 2008

Incondicional V

Sueños y Deseos


-¿Podría decir su nombre a la corte señorita?-

-Misty Waterflower-
contesto la dama en el estrado. El solo entonar causaba suspiros de hombres y mujeres por igual presente en la corte, fuera por lo cautivador de su hablar o el claro hilo de maternidad que se escondía en su voz. La sala de justicia se encontraba repleta, periodistas sin cámaras con libreta en mano, miembros prominentes de la liga, familiares y amigos de ambos flancos, abarrotaban la bancada, a la expectación de la gran sesión que estaba por empezar.

La atención centrada en la mujer objeto del primer enterratorio de muchos que estarían por venir. Trankila, relajada, segura….para la gran mayoría del público masculino sencillamente resplandeciente. El banquillo empequeñecía al lado del alto estrado del juez que se alzaba junto a él, por supuesto el símbolo de la justica y la imparcialidad ocupando su lugar, pero ni siquiera aquella imponente figura de autoridad parecía amedrentarla en lo mas mínimo. Respiraba con lentitud, con confianza en los ojos, de aspecto opalescente, algo mas pálido de lo común y con un brillo extraño en su piel, tal vez como efecto de los colores verde desvanecido de su blusa y el negro de su falda holgada, su cuello completamente visible y libre de cualquier accesorio trazando una línea perfecta hasta su cabello recogido hacia arriba sin mucho cuidado, pues algunos de sus rebeldes mechones rojizos resbalaban fuera de su lugar pero sin darle un aspecto desalineado, al contrario daba la apariencia recatada incapaz de ocultar su carácter indómito.

-Bien, señorita Waterflower-pregunto el hombre mayor- ¿de donde es originaria?-

-Ciudad Celeste-

-E imagino que aun reside allí mismo ¿no es así?-

-Si, así es-

-¿Exactamente donde?-

-En el gimnasio de la ciudad-

-¿Sola?-

-No, vivo con mis hermanas, ellas son las líderes oficiales del gimnasio-

-mmm… ¿Y si ellas son las líderes, que hace usted para sostener a su hija?-

Un pequeño silencio se hizo en la sala, dio un largo pestañeo ocultando sus ojos marinos por un segundo, respiro y se acerco al micrófono para dar su respuesta.

-Soy instructora y asesora pokemon-

Sintió inmediatamente la mirada almendrada que la hizo blanco desde el escritorio que correspondía al “Demandante”. La duda se apodero de su rostro –como ella lo supuso- ante la revelación de aquella noticia. ¿Cómo era posible que siendo el campeón de kantho jamás fue informado de ese detalle? O lo que podría ser peor ¿Cómo no sabría la nueva profesión de la mujer, que aun consideraba conocer tan bien como la palma de su mano?

-Sería tan amable en explicarnos en qué consiste su trabajo como instructora- continúo el abogado, como si pudiese leer los pensamientos de curioso entrenador.

-Por supuesto- respiro profundamente y sonrió- Me encargo de una escuela pokemon. Enseño a niños pequeños los cuidados que deben tener con sus pokemon y a los que están por iniciar su viaje de entrenamiento, instrucciones de cómo desarrollarse en el campo de batalla, así como ataques para principiantes, como ganar sus primeras medallas y algunos tips para no morirse de hambre durante el viaje.-

El comentario causo una ligera risa de los espectadores resonado en el denso ambiente que flotaba dentro de la corte, pero el efecto no fue general ya que no pareció surtir efecto en el humor de campeón que analizaba una y otra vez a la bella mujer en el estrado.

-¿y esto le genera ingresos considerables?-

-Realmente no muchos- contesto algo abochornada por la pregunta.

-Entonces ¿De donde obtiene el sustento de usted y su hija, señorita?-

- Realmente - dijo sin poder ocultar el ardor en su rostro- Realmente, gano más dinero con las
asesorías que doy a entrenadores más experimentados, reforzamos sus estrategias y técnicas de batallas o en caso de ser coordinadores pulimos sus presentaciones-

- ya veo, ¿Entonces usted no cuenta con ningún sustento extra?-

-Por supuesto que sí, Mis hermanas me ayuda todo el tiempo, me apoyan y adoran a sami-

-Significa que cuenta con su apoyo condicional-

-Por supuesto-

-objeción su señoría- grito la mujer al lado del maestro- es inamisible, el “apoyo incondicional” es un término subjetivo-

-a lugar-

-Lo retiramos señor juez- dijo el abogado sin perder la calma –y dígame si las asesorías reditúan más ¿Por qué sigue con la escuela pokemon?-

-Vera, esos niños no están en la posibilidad de entrar a un tec pokemon o algo parecido, su única oportunidad de aprender somos nosotros – contesto de forma muy seria al tema – de esa manera estarán preparados para convertirse en mejores entrenadores y coordinadores pokemon.
-¿Y cuanto cuesta la entrada en la escuela pokemon?-

-Lo que la gente esté dispuesta a dar para apoyar a los niños en dinero, tiempo o especie-

-¿Y el único servicio que prestan son las clases?-

-No, existe un pequeño programa que implementamos con el laboratorio del profesor Oak. Ya que Pueblo Paleta no es un lugar muy céntrico, hemos creado una pequeña delegación del laboratorio en el gimnasio-

La duda se convirtió en irritación al enterarse que su querido mentor era participe en encubrir a la pelirroja.

-Explíquese por favor-

-Ahí se hacen investigaciones y en ocasiones se hace entrega de los primeros pokemon a los principiantes que no pueden ir a recogerlos hasta el laboratorio-

-Entonces usted no solo presta un gran servicio a la comunidad sino que también colabora con la comunidad científica, sin beneficio alguno-

-Yo no lo diría así, creo que esto nos beneficiara a todos a la larga-

Finalmente sus palabras pudieron arrancarle una sonrisa mordaz a los labios del entrenador –La misma misty de siempre- dijo para sí, en otro momento le hubiera parecido un acto tan sincero y puro, tan cabal en ella, pero ahora no le parecía más que un truco vil y sucio, una simple fachada para ganarse al público y al juez.

-Eso es todo- se dirigió al juez como la ley lo solicitaba, dando por finalizado su sesión de preguntas pero no el interrogatorio. –El testigo es suyo señorita Weetman- dijo el magistrado a la jurista demandante.

-gracias señoría- camino tres pasos y se detuvo mirando directamente a la testigo- dígame señorita Waterflower, como todos en esta sala sabemos, usted fue líder de gimnasio ¿no es así?-

-Así fue-

-Y usted dimitió después de casarse con mi cliente ¿verdad? tal vez pensando que él podría mantener su familia… -

-Objeción, está especulando y esa pregunta no tiene relevancia para el caso-

-es solo una simple pregunta-

-A lugar, abogada limítese al caso por favor-

-Por supuesto- se acerco un paso más- ¿Por qué dejo su cargo de líder?-

-Para pasar más tiempo con mi hija-

-¿Y acaso su escuelita no le quita tiempo? –

-Su señoría- levanto la voz molesto el homologo defensor- resta importancia la labor de mi cliente y trata de atosigar a la testigo-

-Es su última advertencia, abogada. Otra ofensa y daré por terminado el interrogatorio-

-Mis disculpas a la corte- un paso más cerca- dígame, señorita Misty… ¿le molesta que le hable por su nombre?-

-Por supuesto que no-

-Bien- camino un paso mas- dígame Misty, ¿acaso usted está capacitada para entregar los pokemon a sus jóvenes entrenadores? Supongo que su experiencia la acredita para aleccionar a sus alumnos pero para manejar un laboratorio por más pequeño que fuera…-

-Nunca dije que fuera yo quien me encargara de administrarlo- corto de raíz el monologo que al parecer su locutora tenía preparado para demostrar su incapacidad y hasta la negligencia de sus acciones

-¿Y entonces quien lo hace?-

-El asistente del Profesor Oak, Trayce Sketchit-

-¿Qué relación tiene con él?-

-Es un amigo de muchos años y el prometido de mi hermana Dayse-

-¿Solo su amigo?-

-UNICAMENTE eso- enfatizo imaginando a donde quería llegar.

-Ya veo, pero me parece un trabajo muy difícil para una sola persona…-

-Le brindo mi ayuda cuando así me lo solicita-

-Aun así, el joven debe volver al laboratorio principal ¿no es así?-

-Si – asintió acompañado con un gesto de la cabeza- como ya dije es asistente del profesor Oak y….-

-Pasa periodos intermitentes entre Pueblo Paleta y Ciudad Celeste-

-Sí pero…-

-Con más razón-
le dio la espalda sin dejar de dirigirse a ella- el trabajo debe ser agotador, imposible de hecho, aun y con toda la ayuda que usted pueda proporcionarle, sería necesario la colaboración de otra persona… -giro estrepitosamente mirando fijamente a la pelirroja y cortando el último paso que la separaba del banquillo donde se encontraba sentada.- ¿De quién se trata Misty?- pregunto silbando en tono corrosivo su nombre.

-¡¡¡OBJECION!!!!-

-Denegada, la testigo deberá contestar la pregunta-

-Gary Oak- contesto tratando de ocultar la cólera en su respuesta. La había acorralado, la manipulo hasta llevarla al callejón sin salida, golpeando el punto más vulnerable en la defensa de su derecho de madre para mantener a su hija a su lado
.
-¿Gary Oak? Otro “amigo de años” ¿supongo?-

-Amigo de la infancia de Ash -

- Pero pronto se hizo amigo “intimo” de su familia ¿No?-

-Objeción, está volviendo a especular-

-Eso será todo con la testigo, pidiendo el derecho de volver a llamarla en caso de ser necesario.-

-Sera permitida, bien la corte entrara en receso hasta el día lunes…..-

Las palabras del juez se perdieron lejos de la mente del campeón, superadas por la deliciosa visón de la pelirroja en una situación tan incómoda y acusadora, no tanto como lo deseaba pero sabía que solo era cuestión de tiempo antes de exponerla. La justicia y más importante, su venganza llegarían a su tiempo, pero la espera le pareció más dulce que antes….

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Enjuago su cara en la refrescante agua que acunaba entre sus manos, tratando de limpiar el mal sabor que le dejo el final del interrogatorio. Dejo que el roció se condesara unos segundos en su rostro enfriando el mal humor que le causaba su propia ingenuidad, dejarse atrapar y conducir a un camino que solo llevaba al desastre. Tomo una hoja de papel del dispensario del baño del edifico judicial, para secar la humedad en su cara y manos. No le preocupaba el maquillaje siempre ausente en su piel, pero sucumbió ante la vanidad innata en toda criatura que se hace llamar mujer y miro su reflejo en el enorme espejo. Presto atención en los pequeños detalles como el mechón que solía acomodar detrás de su oreja, pero fue un segundo reflejo lo que la obligo a alejarse del lavamanos y voltear a la persona que la observaba detenidamente.

Contra la puerta cerrada descasaba el tentador cuerpo del hombre que se dedico a inspeccionarla en silencio. Pese a que la joven había detectado su presencia, no abandono su postura. Por lo contrario parecía mucho más cómodo acaparando la atención total de la hermosa mujer. Volvió a recorrerla con la mirada que se desprendía de sus ojos color miel, reconociendo el atuendo que traía puesto, aceptando que se veía mucho mejor de lo que le pareció en la corte. Paso sus dedos atreves del negro de sus cabellos tratando de apaciguar los delatadores latidos de su corazón. Se incorporo y con un sutil movimiento puso el pasador en la puerta para evitar ser interrumpidos.

-Ash…? ¿Q-Que haces Aquí?- pregunto nerviosa al intruso.

-Nada… Solo quiero Hablar-

-Creo que ya hemos hablado lo suficiente Ash- Le contesto tratando de aparentar una valentía que brillaba por su ausencia.

-Sera rápido, solo una pregunta y nada mas- Le aseguro acercándose a ella, encerrándola entre una distancia prudente de su cuerpo y la hilera de lavamanos, sin darle oportunidad de escabullirse.

-¿Qué es? – Pregunto sin poder evitar el temblor en su voz

-¿Qué fue…- titubio – lo que él te dio?-

-¿Qué?-

La miro de frente, a un paso de ella -¿Qué te dio el?-

-¿El? Es que…no entiendo Ash…- Quiso explicar pero el puño que se estrello contra el espejo la callo en seco, el estruendo del cristal rompiéndose a solo unos pocos centímetros suyos la hizo enmudecer y la lleno de pánico.

-¡¡¡¡¿QUE ES LO QUE EL TE DIO QUE YO NO TE PUDE DAR?!!!!!- Le grito furioso al rostro separado del suyo por la nada, la miro asustada, con sus ojos cerrados y protegiéndose con sus manos - ¡¡¡ RESPONDEME!!! – pero no consiguió ninguna respuesta más que las lagrimas que se asomaban entre sus pestañas. El silencio lo hacía desesperar más y la imagen de aquella mujer tratando de inspirar piedad lo provocaba más y más.

Sin medir fuerzas, producto de la cólera siega que lo consumía la tomo de los brazos y la estrello contra la pared que tenia a sus espaldas, sin importarle lo que el golpe podría causarle. La tomo por la fuerza de las muñecas y las fijo contra los azulejos de mármol, sosteniendo una de cada lado de su rostro y la obligo a mirarlo.

-¡¡¡CONTESTAME!!! ¿ACASO TE DESCUIDE? ¿TE TRATE MAL? ¿NO TE DI TODO LO QUE MERECIAS? ¿TODO LO QUE QUERIAS?-le escupió al rostro que mantenía de lado recibiendo los reclamos del hombre que la mantenía aprisionada. -¿O ACASO TE ABURRISTE DE MI Y EL TE CUMPLIO MAS COMO HOMBRE QUE YO? – Se produjo una tranquilidad perturbadora -¿ES ESO? ¡¡¿RESPONDE?!!-

-¡¡¡NO LO SE!!!!- Le respondió enfrentandolo la mirada que amenazaba con soltar el llanto acumulado en sus ojos azules pero con el coraje renovado de encararlo. La respuesta lo dejo estático .Una nueva ola de furia lo recorrió de pies a cabeza, helándole la sangre y la cabeza lo sficiente para no dudar en llevar a cabo lo que sería su venganza perfecta.

-No lo sabes- dijo en tono sarcástico- pues bueno lo vamos averiguar ahora mismo- y sin más fundió los labios de su víctima con los suyos en un beso turbulento y brutal, sin darle la oportunidad de negarse a las crueles caricias que dejaba caer sobre su boca. Siguió un beso tras otro imperturbable a los inútiles esfuerzo que ella hacía por resistirse a su acción salvaje. Sostuvo sus muñecas firmemente y las bajo hasta detrás de la joven, dejo caer el peso de su cuerpo contra la silueta femenina, unio ambas manos con la atadura de sus dedos y la coloco entre la propia espalda de la pelirroja y la pared, dándole el beneficio de una mano libre.

Recorrió su cuello hasta adentrarse en la cabellera rojiza, la tomo por la nuca y uso su nuevo control sobre ella para profundizar los besos que empezaba a disfrutar. Amaba la familiar sensación que le causaba el sensual rose de su lengua y el dulce sabor que se desprendía de sus labios, incitándolo a saborear… a degustar…a morder… sin importar el inusual rigor en ellos.

El mágico sabor de sus labios era suficiente para exaltarlo, aunque sabía que no se detendría allí, no pensó disfrutar tanto de su plan. Su mano volvió a descender dibujando las curvas que deleitosamente recorría por sobre la ropa que ocultaba los secretos del que se sentía el legitimo dueño. Acabo el paseo sobre su rodilla y sin esperar volvió a ascender por debajo de la falda, explorando la continuidad del muslo sin detenerse hasta encontrar la prenda de encaje que rodeaba su cadera. No menguo la fuerza con la que sostenía o con la que se hacía de ella, pero algo inesperado pareció robarle el aliento: un sutil gemido se mesclo con los que salían de su garganta, un sonido tenue e involuntario se desprendió de la boca que se mantenía recia a su encuentro. Siguió sin darle más importancia al susurro que la que le daba a los deseos de su ex esposa.

Abandono los besos para recorrer la piel desuda por debajo de la barbilla, recorrió lentamente la línea que trazaba su cuello hasta llegar a sus hombros, apartando cualquier cosa que estorbara en su camino. Dejo caer los tirantes sobre los brazos, liberando la línea curva que delineaba su escote, invitándolo a tomar por lo que había venido.

Pero de nuevo, algo lo saco de camino. Ahora no sería un sonido sino algo más tangible lo que lo desoriento. La resistencia con la que pretendía protegerse comenzaba a ceder a sus caricias. Podía sentir la firmeza sobre el cuerpo que aprisionaba y la inconfundible tención cada vez que trataba de unirse más a ella. Se aventuro a desatar sus manos, acomodando la espalda completamente en el mármol, no se permitió detenerse ni por un segundo. Continúo con su lluvia de besos sobre la neblina piel, sintiendo las reacciones al seducirla. Conocía cada parte, cada punto, cada lugar para hacerla caer a la tentación que él le ofrecía.

Le dio la libertar de recorrer su espalda, cuello y pecho mientras el continuaba buscando hacerla perder el control. Ella también sabia como manejarlo, como hacerlo estremecer y lo mucho que le gustaba que lo hiciera. Una sola caricia sobre su cuello lo hizo agitar más que todo lo que hubiera ocurrido hasta ahora. El sonido ronco de su voz la hizo temblar y este simple gesto de inocencia fue suficiente para acaba con el resto de su cordura.

La levanto inesperadamente y la acomodo sobre el lavamanos, lejos de donde hubiera caídos los trozos de Espejo. Se acomodo entre sus largas piernas desnudas buscando una posición más adecuada para la intimidad. Tomo su rostro evitando verla y retomo los apasionados besos…

-Ash… por favor- le rogo casi sin voz –Detente, por favor-

-No quiero- Fue la contestación que dio contra su boca mientras se ocupaba de explorar lo que
había debajo de su blusa.

-Por favor- volvió a rogar buscando los ojos que evitaban verla – Para-

-No quiero… no voy a hacerlo-

-No, por favor-

-Eres Mía- le dijo enardecido por las incesantes suplicas- Eres Mía, Misty... Solo Mía.-

Finalmente encaro los ojos azules que tanto amaba, los miro llenos de temor y arrepentimiento pero extrañamente eso no le produjo sentimiento alguno, solo una horripilante sensación de vacío que no tardo en apoderarse de él.

Una terribles ganas de vomitar y un frio insoportable lo hicieron volver de golpe a la realidad. Toda la escena había desaparecido, siendo remplazada por la habitación que compartía con lo castaña que dormía profundamente a su lado. Le faltaba el aliento y se encontraba empapado en sudor. Salió de la cama que sentía aprisionarle y camino hasta la cocina del apartamento donde el reloj de la pared marcaba las 3:11 am. Se dejo caer al suelo y golpeo su cabeza contra la cocineta atrás de él. Reacomodo las ideas y recuerdos del sueño que acababa de tener. Cada sensación le había parecido real, al punto de erizarle la piel. ¿Era realmente lo que deseaba? ¿Si tuviera la oportunidad, sería capaz de tomarlo a la fuerza? Su subconsciente le decía que si y su cordura no parecía querer contradecirla.


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Bueno oficialmete son las 3:56 am y no puedo dormir, asi que puse a mi musa a reparar este desastre de capitulo....
Espero que no haya sido muy fuerte pero realmente esto es lo que los hombres sueñan (resibi un poquito de asesoria) y queria que fuera realista, asi que hay me dicen como quedo.